Yo pienso que esto no es solo asunto de la escuela tambien los padres deben de tomar parte de esto. Si los expulsan de una escuela, no es que se acabe el mundo y no puedan ir a otra. Pero cuantos alumnos que si estudiaban dejaron de ir por este tipo de conductas? Yo si creo que si se debe de expulsar para demostrar que este tipo de conductas no son un juego y no tienen cabida dentro de las instituciones educativas. Dependeria de los padres el regañar y orientar al niño a que se porte bien en una nueva oportunidad en una nueva escuela.
Suponte dphoenix que expulsan a 10 niños de esa escuela; por lo que leimos, se denota que son de recursos económicos moderados, si no es que pobres por lo cual su oferta educacional se limita a escuelas públicas. Como leímos en la nota, existen 120 escuelas secundarias en ciudad juárez y, según el INEGI (
http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/espanol/rutinas/ept.asp?t=medu02&s=est&c=5712) en Chihuahua existen 194,327 niños entre los 13 y 15 años de los cuáles supongamos que 30,000 están en Cd. Juárez, si a eso le añadimos que cada escuela secundaria abierta puede atender cuando mucho 210 estudiantes (2 grupos de cada grado por 35 estudiantes por aula), entonces tenemos que 120 escuelas * 210 alumnos c/u = 25,200 alumnos en Cd. Juárez... entonces hay un "déficit" escolar de casi 5,000 alumnos, si corren a estos niños ¿a qué escuela podrían ir si las demás ya están llenas también?
Ahora, independientemente si existe el cupo escolar o no, la expulsión escolar tiene beneficios limitados, ciertamente regresaría la "calma" al centro escolar, pero no es sino una panacea ya que el hecho de expulsarlos no significa que estos niños dejan de existir: seguirán desarrollándose y creciendo independientemente si tienen una escuela o no ¿Qué clase de ejemplo le estamos dando al infante si al realizar una mala acción lo privamos de su educación elemental? ¿Y hacia donde se dirigirá si carece de este elemento?
Te concedo toda la razón en que los padres mucho tienen que ver en este asunto, los esfuerzos de los mismos deben ir enfocados hacia una sana educación tanto familiar como social y, finalmente, escolar, sin embargo, si los padres fallan en su parte, fallar también en lo escolar es casi condenar al infante al analfabetismo con todas las consecuencias que eso representa.
Soluciones se me ocurren varias: realizar juntas entre padres y maestros (de forma grupal) para plantear el problema y lo grave que es para el resto del plantel y el educando llegando a acuerdos para su solución, exponer reglamentaciones para aquellos niños que muestren pandillerismo y dar lecciones (de ser posible con ejercicios significativos) de en qué repercute este tipo de comportamiento tanto para el niño como para lo demás; mucho de lo que pongo como posible solución ya está hecho y solo es cuestión de exponerlo... pero la expulsión del educando no es sino una panacea que tarde o temprano se revertirá en nuestra contra.