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Un ejemplo típico del "luchador" social... que entrampa con doble discurso

jarochilandio

Bovino de la familia
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14 Mar 2010
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Estuve leyendo un poco artículos sobre educación, y terminé cayendo en los de alguien que quizá varios de ustedes ya han leído (reconozco que yo no): Enrique Calderón Alzati, un colaborador de La Jornada (sí, ese diario que, lamentablemente, hoy por hoy se ha vuelto algo radical, amarillista a veces y bastante parcial en otras). Les compartiré primero algunas de sus más recientes colaboraciones y luego vendrá... ¡la parte buena! Seguramente tras leer sus artículos hasta llegarán a sentirse identificado con él (y probablemente hasta se lleguen a sentir el Agustín Melgar del siglo XXI y se envuelvan en la bandera nacional para arrojarse con ella). Lo que presentaré al final... bueno, para qué se los adelanto. Así que, ¡empecemos!

Reforma educativa: fracaso y disculpas

Enrique Calderón Alzati
Sábado 23 de julio de 2016

La educación es un proceso histórico y social por el que cada generación humana comunica a la siguiente los conocimientos y valores que recibió de sus ancestros, enriqueciéndolos con sus propios descubrimientos, logros y retos.

Las pretensiones del actual gobierno de privatizar la educación reflejan su incapacidad para entender que un proceso social no puede ni debe ser tratado como una mercancía sujeta a las leyes del mercado, en la que lo único que cuenta son el interés de los individuos que la venden y las necesidades o deseos y limitaciones, muchas veces inducidos (mediante la idea mágica de la calidad o la siempre perversa de la ineptitud de sus impartidores) en quienes la compran. En los procesos sociales lo que se busca es el logro de objetivos definidos por la sociedad, en términos de bienestar, progreso, justicia y equidad en todos sus ámbitos y espacios. En este sentido es importante observar que entre las naciones más desarrolladas ninguno de sus gobiernos ha adoptado la privatización de la educación, que hoy los organismos financieros pretenden imponer a las naciones con gobiernos débiles, corruptos o ambas características.

Sin entender tampoco que en un Estado democrático, para gobernar es necesario buscar el consenso social, los funcionarios del actual gobierno –con un afán enfermizo y seguramente interesado en poner en venta tanto los bienes que integran el patrimonio de la nación, como los mercados nacionales y algunos elementos de carácter estratégico para la soberanía nacional– pensaron que les sería fácil imponer una serie de modificaciones al espíritu mismo de la Constitución, que les permitiesen privatizar tanto las minas, como el sector energético y el educativo.

Expertos en el arte del engaño y la compra de funcionarios y servidores públicos, incluidos el anterior Presidente de la República y las autoridades electorales, decidieron cooptar al Congreso utilizando el llamado Pacto por México (¿?) para que se aprobaran a modo las reformas a la Constitución y el establecimiento de leyes secundarias lesivas a la nación, pensando que así tendrían el camino abierto para lograr sus autoritarios y muy particulares objetivos.

Sin embargo, sus propias ineptitudes y su desconocimiento y desprecio por el pueblo que gobiernan los llevaron a cometer una serie de errores que terminaron poniéndolos en la situación actual de fracaso y descrédito, arrastrando al país entero a la crisis económica, política y social actual, con efectos tan perversos como los logrados por el gobierno de Felipe Calderón.

Hoy sabemos que el crimen cometido contra los estudiantes de Ayotzinapa no fue un hecho aislado, sino la consecuencia de una estrategia encaminada a lograr el desprestigio de las escuelas normales rurales, para instrumentar su cierre definitivo, presentándolas como organismos no únicamente vinculados con el narcotráfico, sino bastiones regionales de la delincuencia organizada, sólo que el operativo diseñado con este fin se les salió de control, dando lugar a la tragedia, de la que ellos son los únicos responsables, como en su tiempo lo fueron también de los hechos contra la población indígena en San Salvador Atenco.

El asedio y estrangulamiento económico a las escuelas normales, pilar y cuna del magisterio que hizo posible la construcción del México moderno, no es de ahora. La ex líder del SNTE Elba Esther Gordillo había urgido al gobierno anterior su desaparición, ante la imposibilidad de controlarlas, hoy nuevamente son blanco del odio de Aurelio Nuño, quien se ha referido a ellas como el monopolio de la educación, ignorando que fueron los gobiernos de la Revolución, que las instituyeron, con el fin preciso de formar a los maestros que con sacrificios debían llevar la instrucción hasta los últimos rincones de la nación. ¿Un intento del nuevo PRI de demoler las instituciones nacionales?

La torpeza y consiguiente fracaso del actual gobierno no son exclusivos del sector educativo; se extienden a todos los ámbitos de acción del gobierno federal, que luego de más de 30 años de seguir las políticas neoliberales dictadas para México desde el exterior, presentó un programa de acción con promesas que resultaron ser demagógicas. ¿O debiéramos llamarlas populistas? Al iniciar su gobierno Peña Nieto hablaba de crecimiento económico, de superar las condiciones de violencia e inseguridad, de la creación de empleos, de reducción de precios de los combustibles y de las tarifas eléctricas, de disminución de la pobreza, así como de prosperidad, palabras que se ha llevado el viento, simples y fáciles promesas demagógicas de campaña ante la realidad que ahora tratan de borrar con las estadísticas del Inegi, al que bien podría llamársele Instituto Nacional de Estadísticas de la Ilusión.

En la semana anterior el presidente Peña Nieto, en un intento de detener el enojo incontenible de la sociedad mexicana, tuvo a bien organizar un nuevo espectáculo mediático utilizando la promulgación de las supuestas leyes anticorrupción, para pedir perdón por el tristemente célebre affaire de la Casa Blanca denunciado por Carmen Aristegui, seguramente pensando que ello disminuiría el descrédito de un gobierno que será recordado por su ineptitud, su demagogia, su desprecio y desconocimiento del pueblo que ha pretendido gobernar y por el uso de la violencia para imponer su voluntad, sin reparar mayormente en los daños que ha causado al país.

Por su parte, el secretario de Educación mostró una vez más su pequeñez, inventándose ahora un muñequito de peluche como interlocutor, con objeto de continuar ignorando al magisterio, en un intento más por rescatar su frustrada reforma educativa, apresurándose a hacer público su nuevo modelo educativo, y aceptando al mismo tiempo que a lo mejor las repudiadas evaluaciones aplicadas a los docentes con el apoyo policiaco sí tienen algunas fallas que deben ser corregidas. Al informarnos de que este nuevo modelo será puesto en práctica, unas semanas antes del término del actual gobierno, el señor Aurelio está, de hecho, admitiendo su incapacidad y la del actual gobierno para solucionar la crisis educativa del país generada en buena parte por él mismo, dejándole al siguiente gobierno, tanto el entierro de la reforma como la responsabilidad de recuperar el tiempo perdido.



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¿Hacia la privatización de la educación?

Enrique Calderón Alzati
Sábado 20 de agosto de 2016

Si bien en los planteamientos gubernamentales no se menciona de manera alguna que el objetivo real de la llamada reforma educativa sea la privatización de la educación pública, los indicios de que, en esencia, esto es lo que persigue el gobierno de Peña Nieto para consumar el mayor de sus engaños al pueblo de México, son más claros cada día; de manera particular, con los anuncios recientes que resaltan la gratuidad de la enseñanza y de los libros de texto.

A un segmento importante de la población mexicana la idea de que el gobierno pretenda privatizar la educación le parece lejana y absurda, sabiendo que varios millones de familias viven en condiciones de pobreza que les impedirían pagar colegiatura alguna, además de representar una política contraria a la de los anteriores gobiernos.

¿Cuáles son las razones para privatizar la educación y cuáles los intereses que están en juego? ¿Hasta dónde podría llegar el proyecto privatizador y cuál sería la suerte de los niños de las familias más pobres? ¿Cuál sería el futuro del país que se construiría a partir de la instrumentación de este proyecto? Para contestar estas preguntas he preparado el artículo que ahora comparto con los lectores de La Jornada.

Comienzo dando una idea de las dimensiones del negocio que representa la educación básica, constituida actualmente por algo más de 25 millones de estudiantes, cuyo costo anual promedio para el gobierno fuese de 12 mil pesos por estudiante a costos actuales. Ello significa 300 mil millones de pesos por año. Esto implica que las dimensiones del mercado educativo permitirían en unos cuantos años generar fortunas de grandes dimensiones para unos cuantos empresarios amigos de los funcionarios en turno, y desde luego también para éstos, dados los niveles de corrupción.

Existen, sin duda, escuelas privadas de alta calidad; sin embargo, la mayoría presentan resultados similares o más pobres que los de las públicas (según resultados de Enlace 2008 a 2014), bien sea por carencias de recursos o por el afán de lucro de sus dueños. Pero el modelo en que están pensando los empresarios, deseosos de invertir en educación es diferente: la creación de franquicias educativas, cadenas formadas por centenas o millares de escuelas que funcionen compartiendo una marca y un emblema en el que la calidad educativa, tan en boca entre las autoridades actuales, pueda ser fabricada y atornillada en el cerebro de los padres de familia con mensajes televisivos adecuados, lo que desde luego explica el interés en la educación de calidad de Televisa y de Mexicanos Primero.

La generación de franquicias alternas, con costos diferenciados para las familias de diferentes niveles económicos, constituye hoy una experiencia real, lograda por el Tecnológico de Monterrey (ITESM) con sus diversos campus y su proyecto alternativo denominado Tec Milenio, así como la experiencia de la empresa asiática, dueña de la Universidad del Valle de México, con sus programas diferenciados para distintos niveles socioeconómicos. Todo sería así, cuestión de creatividad, mercadotecnia e inversión.

Por otra parte, los apoyos de la OCDE, el banco Mundial y el FMI al Presidente, por sus reformas estructurales, nos indican que esos organismos ligados a los grandes capitales financieros, también están interesados en el mercado educativo mexicano. ¿Cuál es la razón de estos intereses internacionales? Para encontrar la respuesta debemos ubicarnos en el fin de la Segunda Guerra Mundial, a partir del cual el capital estadunidense y de grupos financieros europeos obtuvieron enormes ganancias mediante financiar la reconstrucción de Europa y Japón (la metáfora de Rico McPato, nadando en una piscina de dinero, era falsa; el capital requiere ser invertido para crecer). El financiamiento de los grandes proyectos gubernamentales ayudó sin duda al desarrollo de nuestro país, constituyendo también sólidas utilidades para los diversos grupos financieros durante décadas.

Sin embargo, los avances tecnológicos de la informática y las comunicaciones digitales han permitido un crecimiento acelerado de las operaciones bancarias, haciendo posible el manejo de enormes volúmenes de créditos, que al ser colocados en los mercados de servicios y consumo de particulares, han incrementado las utilidades del sistema bancario en su conjunto. De esta manera, el sistema financiero puede triplicar o cuadruplicar sus ingresos, otorgando créditos personales para la educación, en comparación con esos mismos volúmenes de crédito otorgados al gobierno.

Por esta razón, los capitales financieros han destinado una parte importante de sus recursos a financiar la compra de automóviles, reduciendo a corto plazo las necesidades de los grandes proyectos de transporte púbico. ¿Cuál era el porcentaje de familias que podían tener un automóvil en 1960? Pareciera que hemos avanzado mucho, pero lo que ha sucedido es que hemos construido ciudades donde transportarse es más un dolor de cabeza que una solución inteligente, generando grandes utilidades para los bancos, las aseguradoras y sus dueños, acompañados de graves problemas de tráfico, contaminación y enfermedades para la población.

Un elemento decisivo para el éxito de estos negocios es la debilidad humana: además de buscar una solución al problema del transporte, vemos en los automóviles un medio para obtener estatus social. Me atrevo a afirmar que lo que se pretenderá vender mediante el negocio de la educación privada será igual, más estatus que conocimientos y competencias para los hijos, deformando la educación y la permeabilidad social.

Finalmente, para quienes dirigen el gobierno la privatización masiva de la educación les representaría una gran ventaja: la población a atender sería significativamente menor y además podría ser objeto de adiestramientos básicos y conocimientos mínimos, asegurándoles el control de esa población mediante un esquema clientelar de carácter nacional, ni más ni menos que la piedra angular con la que han soñado varios grupos de poder, la utopía del Mundo Feliz imaginada por Aldous Huxley, hace más de 80 años.

Esta es una de las razones y la dimensión de la lucha actual del magisterio disidente que se niega a aceptar la reforma y el modelo educativo que el gobierno y sus asociados pretenden imponernos de manera autoritaria, con el apoyo de los más oscuros intereses. Por ello el soporte de la sociedad toda a los maestros es fundamental. Debemos impedir la instrumentación de esta política.

Sólo hay algo a lo que los hombres con cargos públicos temen más que la educación de sus súbditos... Arturo Pérez Reverte,Hombres buenos.


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La lucha histórica de los maestros

Enrique Calderón Alzati
Sábado 1º de octubre de 2016

Con toda la fuerza mas no con razón y con todo el poder mediático y autoritario de que dispone el gobierno de la República, utilizado para desprestigiar, amenazar, cansar y desmoralizar a los maestros, el resultado de la lucha docente singular le ha sido adverso, si bien es pronto para hablar de una victoria del magisterio. El logro más importante, hasta ahora, ha sido la participación de amplios sectores de la sociedad que han comprendido la naturaleza e importancia de su lucha por el derecho a la educación y al trabajo establecidos en la Constitución; sin embargo, es mucho aún lo que falta por hacer ante las embestidas de la televisión que los presenta como un grupo faccioso interesado en conservar privilegios mal habidos.

A este respecto es conveniente recordar que la estrategia gubernamental no es nueva. En todas las privatizaciones que han ocurrido en el país desde que los grupos neoliberales se hicieron del poder, utilizando sin pudor el estandarte de la Revolución, su estrategia ha consistido en señalar los privilegios y los malos servicios prestados por los trabajadores de esos sectores, mediante campañas mediáticas de saturación. Así sucedió con los telefonistas, los ferrocarrileros, los electricistas, los petroleros y los trabajadores de la aviación civil, a quienes se acusó de gozar de privilegios indebidos y de ser irresponsables, poniéndolos de ejemplo de lo que se debía erradicar, mediante procesos de privatización cuyos resultados traerían grandes beneficios para la sociedad en su conjunto, beneficios que por cierto solo han dado lugar al crecimiento de la miseria.

Luego de más de tres años de lucha desigual y de grandes sacrificios, los maestros mexicanos continúan su resistencia apoyados en algunos estados por los padres de sus estudiantes y muy especialmente en las regiones rurales de esas entidades, donde las comunidades conocen las carencias con que esos maestros laboran atendiendo a sus hijos en escuelas unitarias, siendo necesario que este proceso se generalice en las zonas urbanas del centro y norte de la República.

Aquí me permito reconocer que ciertamente existen entre los maestros personas que gozan de plazas magisteriales (incluso de varias) logradas discrecionalmente y sin llenar los requisitos para tener una, ni tener los conocimientos ni la vocación necesaria por la educación, generado todo ese proceso a partir de actos de corrupción, cometidos por funcionarios públicos de los estados y del propio gobierno federal, en contubernio con los líderes sindicales, que han utilizado la asignación de esas plazas como mecanismos de control político; si alguien es responsable de todo esto son los líderes del SNTE, incluyendo por ejemplo a Elba Esther Gordillo, impuesta por el propio gobierno, tal como ahora lo hace con su nuevo líder.

Por ello resultaría importante que el secretario de Educación, Aurelio Nuño, nos explicase su decisión de reconocer a este nuevo líder del SNTE y cercano colaborador de Elba Esther Gordillo, como su único interlocutor en representación de los maestros, mientras para el movimiento magisterial su disposición al diálogo se nula.

Pero no es esto lo único que el secretario debe explicar a la sociedad mexicana, especialmente a los maestros. Una pregunta importante es la referente a la muy tardía presentación del nuevo modelo educativo, que además de plantear serias contradicciones con las medidas que en su conjunto conforman lo que se ha dado en llamar reforma educativa, y que pareciera ser un trabajo elaborado de manera precipitada con el único fin de sostenerla, dadas las escasas innovaciones que plantea y los enormes vacíos, de los cuales expondré sólo uno de ejemplo al final de este artículo.

La segunda pregunta se relaciona con las afirmaciones que el funcionario ha hecho sobre la gran prioridad que tiene la educación para el actual gobierno del que forma parte. ¿Cómo nos puede explicar, entonces, que los recortes planteados para el presupuesto de 2017 sean, junto con los de salud, los más elevados entre todas las actividades del gobierno? ¿Cómo es que al instituto electoral no se le hubiesen recortado los recursos para su nueva torre de oficinas? ¿Acaso el fastuoso aeropuerto proyectado para la Ciudad de México es más importante que la educación de los niños? ¿Con qué recursos se podrán actualizar los conocimientos de los maestros y se les instruirá en sus nuevos desempeños que la educación moderna requiere de ellos? ¿Se seguirán utilizando los métodos en cascada para reducir costos, aun cuando el nuevo modelo educativo reconoce su inoperancia? ¿Se generalizarán las cuotas que hoy se exigen a los padres de familia para el mantenimiento y la limpieza de las escuelas, como hoy se hace en las comunidades más pobres del país? ¿Se dejará la satisfacción de esas necesidades para más adelante? ¿Se recortarán los recursos destinados a las universidades pedagógicas, a las normales y muy especialmente a las normales rurales? ¿Qué ha hecho él por los 43 estudiantes desaparecidos de la de Ayotzinapa, como futuros maestros del país?

En la medida que logremos que la sociedad se haga consciente de estas irregularidades, la lucha magisterial tomará nuevos cauces, contando con el apoyo de toda la sociedad. En esta nueva etapa de lucha es necesario difundir esta realidad, con los detalles particulares de cada entidad y de cada región.

Termino este articulo haciendo referencia a la sección del nuevo modelo educativo referente a las tecnologías de la información y la comunicación, cuyos objetivos se reducen a plantear que deben servir para fomentar la curiosidad y la capacidad de comunicación de los estudiantes, lo cual implica una actitud pasiva del gobierno en espera de que alguien, en algún país desarrolle las tecnologías y los contenidos que permitan a los maestros y estudiantes mexicanos mejorar sus niveles de desempeño y despertar su curiosidad.

De esta manera, el nuevo modelo educativo no hace más de lo que se ha venido haciendo durante los 30 años pasados: fomentar la dependencia tecnológica, pensando seguramente que los mexicanos somos incapaces de desarrollar las nuevas tecnologías que la educación del país necesita.


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Tras leer el último de los artículos, casi se me escapan unas lágrimas, por la ardorosa defensa que Enrique Calderón Alzati hace de los héroes de la CNTE (porque él así los retrata, como héroes). Con todo cuidado, se refiere a ellos como "los maestros mexicanos", cuando resulta evidente que se refiere a aquellos agremiados a la CNTE y sus convenencieros satélites (y no, Enrique Calderón, yo no hablo de lo que dicen los medios de comunicación, como lo indicas, sino de lo que sé desde dentro del nefasto, oscuro, corrupto, clientelar y corporativo mundo de esos "ilustres" dirigentes y "trabajadores" que militan en la CNTE y sus satélites, y que tanto defiendes).

No se puede negar que su discurso atrapa, por contener algo de verdad (y también ser algo radical; a veces tendencioso). Hay partes de lo que escribe que son verdades más que evidentes. Otras, no lo son tanto, sino más bien parecerían producto de alguna ácida confrontación con el sistema, no necesariamente razonada y razonable. Y es aquí donde me entró la duda. Ví en algunos de sus artículos, que referencia de manera insistente hacia su página en facebook, así que, movido por la curiosidad (si bien yo no tengo página -muro creo que le llaman- en facebook) fui a "darme una vuelta". Me encontré con… no sé si ahí se le llamen entradas (lo que es desconocer el mundillo del facebook), en las cuales había comentarios acerca de lo que el ahí escribe y ligas hacia sus artículos en La Jornada. De hecho fue así como me encontré… la cara oculta del supuesto adalid que lucha desde su trinchera en contra de la mal llamada Reforma Educativa. Entre ligas, referencias y notas, este tipo nos remite a… ¿a dónde creen? ¡Sí, a sitios PRIVADOS que ofrecen servicios al sector educativo y cursos "en línea! El tipo es "facilitador" (asesor, vamos) en el proyecto TEAM - GALILEO de la segunda versión del Proyecto Galileo (ahora llamada Galileo 2), el cual es, a su vez, derivado de su experiencia como Director de la Fundación Arturo Rosenblueth. Ignoro si lo sea ctualmente, ya que -curiosamente- en la página de la tal Fundación Arturo Rosenblueth no aparece su Directorio. También es "facilitador" en Instituto Galileo de Innovación Educativa, como se puede ver en la liga que el mismo incluye en el primero de los artículos. Todos ellos son INSTITUCIONES PRIVADAS, no públicas. También fue Director General de Sistemas en la Secretaría de Educación Pública y posteriormente en la ahora desaparecida (fusionada con la actual SHCP) Secretaría de Programación y Presupuesto [1]. Así que, según parece, el "defensor" de la educación pública parecería conocer muy bien de lo que habla cuando se refiere a la "privatización" de la educación. Tiene, más bien, muy arraigados intere$$e$$ en la instrucción DE PAGA. Esos lobos disfrazados de ovejas… Creo que sé de algunos otros, que envueltos en la bandera de la "defensa" del patrimonio público, se las arreglan para vivir del presupuesto… y explotarlo desde el sector privado, soñando con que se mantenga la pugna, para seguir explotando ambas vertientes para su propio beneficio.

Mi reflexión, muy personal, es que retengamos lo que pueda haber de positivo en sus artículos, y no nos dejemos "enganchar" en la retórica barata disque nacionalista, intentada para pintarse como defensores del país y su gente. Este Físico teórico egresado de la UNAM, con una Maestría en Ingeniería eléctrica y un Phd en Ciencias de la información y de la computación sabe tanto de EDUCACIÓN (vista como FORMACIÓN ACADÉMICA) que lo mismo que cualquiera de nosotros sabemos, por haber pasado igualmente por una formación profesional y/o posgrado (quizá algunos sepamos más, por estar inmersos desde hace más de 30 años en el tortuoso mundo de la educación pública).

Hay, reconzcámoslo, pasajes rescatables en sus textos. Pero son los mismos que podemos escribir igualmente quienes no somos… SECTOR PRIVADO queriendo llevar agua a nuestro molino mediante un ejercicio de Dr. Jekill & Mr Hide.
 
Golpear con la izquierda y cobrar con la derecha.

Aunque yo concuerdo con el primer y tercer artículo que pusiste (el segundo no lo he leído). Excepto en no exponer la corrupción del CNTE, que hasta Julio Astillero ha reconocido:



ver 53:20, y creo que en otra parte reconoce que hay corrupcón ahí, ero ya no lo encontre.
 
¡Chales keveti! ¡No le eches a perder su ardorosa defensa de la CNTE a Enrique Calderón Alzati! Seguro que el tal Julio Astillero es un vendido, que fue a inventar todo en La Entrevista :D. En fin, este país mezcla de kafkianismo y lewis-carrollesquianismo o_O...
 
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