Recién me acababa de enterar de la noticia y venía a postearlo, que bueno que ya estaba por aquí. Lo verdaderamente importante de todo esto, es como la violencia continua ahora hacia los familiares de Marisela Escobedo y el estado vuelve a demostrar su incapacidad para proteger al ciudadano promedio. No importa cuantas bajas haya en el narco o cuantos decomisos de drogas se hagan, estos no pueden estar por encima del bienestar de los individuos.
Y en otras noticias, los hijos de Marisela dicen que fue un crimen de Estado...
Es un crimen  de Estado,  acusan hijos  de Marisela
Chihuahua— Eduardo y Manuel Frayre Escobedo expresaron ayer que  su madre Marisela Escobedo no fue asesinada por Sergio Rafael Barraza  Bocanegra, homicida de su hermana Rubí, sino que se trata de un crimen  de Estado para acallar a Marisela.
	Los familiares y amigos de la señora Escobedo montaron una  manifestación en el exterior del Palacio de Gobierno, durante la cual,  en repetidas ocasiones calificaron como “inepto” al Gobierno del Estado.
	El nombre de Marisela Escobedo fue incluido en la ‘Cruz de Clavos’ que  recuerda a las mujeres víctimas de la violencia de género en el estado.
	El asesinato de Marisela Escobedo generó la indignación e impotencia de  decenas de personas que se acercaron a la Plaza Hidalgo para  solidarizarse con la familia Frayre Escobedo.
	Los dolientes montaron guardias de honor y dejaron ofrendas en memoria  de la mujer que, según indicaron, luchó hasta la muerte por conseguir  justicia para su hija.
	Eduardo comentó que su madre desempeñó un trabajo que les correspondía a  las autoridades, ya que desarrolló una investigación para llevar de  nueva cuenta al asesino de su hija ante las autoridades.
	Apuntó que ningún representante de las autoridades se había acercado a  ofrecerles apoyo. “Nadie nos ha ofrecido nada, ninguna ayuda y no la  necesitamos, ella no la necesitó… yo vivo con miedo todos los días”,  expresó.
	El grupo que apoyó a Marisela durante los meses que luchó porque a su  hija se le hiciera justicia, expresó que el lugar de Marisela no eran en  las calles buscando asesinos sino cuidando de su nieta, la cual ahora  está huérfana una vez más.
	Entre lágrimas, Eduardo agregó que la justicia no ha llegado a su  familia, por lo que tiene pocas esperanzas de que se resuelva el  homicidio de su madre. “Muchas gracias a quienes apoyaron a mi madre, y  al gobierno sólo le digo que no sirve para nada… yo sólo veo muros en  los que está la sangre de mi mamá, la que acabo de tocar… yo repudio al  gobierno de este país”, dijo.
	Manuel indicó que su madre sólo quería justicia. Enfatizó que las  autoridades no han querido actuar contra el criminal de su hermana.
	“Sabemos que esto fue acto para silenciar a mi mamá… yo quisiera que  esta pesadilla ya se acabara, pero mi mamá ya está descansando, ella no  merecía esto… recuerden este día como el día de la señora que luchó por  la justicia, el 16 de diciembre del 2010 es el día de Marisela  Escobedo”, dijo.
	Los compañeros de Marisela colocaron una ofrenda floral en la puerta  principal de Palacio de Gobierno, a un costado de una veladora encendida  justo en el lugar donde cayó al recibir un impacto de bala en el  rostro.
	La familia tenía contemplado realizar una manifestación en la que iba a  ser llevado el ataúd con los restos de Marisela frente al Palacio de  Gobierno, sin embargo, ante el temor de sufrir alguna represalia  prefirieron dejar Chihuahua para dirigirse a Ciudad Juárez.
 	
Por miedo deciden trasladar el cuerpo a Juárez
	Las organizaciones no gubernamentales y los líderes sociales que se  aprestaban para hacerle un homenaje de cuerpo presente a Marisela  Escobedo Ortiz en la Plaza Hidalgo, justo en el lugar donde fue  asesinada, tuvieron que conformarse con hacer una ofrenda floral en la  misma banqueta del Palacio de Gobierno, donde cayó abatida.
	Según fuentes cercanas a la familia Frayre Escobedo, se tomó la  decisión de no hacer la procesión fúnebre en la Plaza Hidalgo y de  llevarse el féretro con el cadáver de Marisela Escobedo Ortiz a Ciudad  Juárez debido al miedo que tenían de ser agredidos y recibir más  represalias.
	Por la mañana, grupos de manifestantes acompañaron a Sergio y a  Alejandro Frayre Escobedo, hijos de Marisela y hermanos de Rubí Marisol  Frayre, quien fue asesinada por su pareja sentimental, a realizar un  homenaje y un acto de protesta contra esos dos crímenes que aún  permanecen impunes.
	Asimismo, Alejandro y Sergio hijos de Marisela, así como el resto de  los manifestantes, micrófono en mano, calificaron como inepto al  gobernador del estado, César Duarte Jáquez, y demás autoridades  asegurando que hasta el momento nadie se ha acercado a ellos para  brindarles algún tipo de ayuda tanto económica como de protección.
	“Mi madre no los necesitó, luchó hasta el final así que nosotros  tampoco necesitamos nada de ellos; hasta ahora no nos han buscado ni  para darnos alguna información sobre lo que le pasó a mi madre” externó  Alejandro Frayre Escobedo ante los medios de comunicación.
	Mientras hablaba el hijo de la activista asesinada, se escuchaban  gritos de reclamo al gobierno de César Duarte y al de Felipe Calderón;  sollozos y palabras de aliento a la familia Frayre Escobedo.
	Posteriormente, la señora Norma Ledezma, fundadora de la organización  “Justicia por Nuestras Hijas”, madre de otra joven asesinada, colocó un  clavo de riel en la llamada “Cruz de Clavos”, monumento en honor a las  mujeres asesinadas en el estado de Chihuahua. Otros manifestantes  colocaron en el Palacio de Gobierno y en la Plaza Hidalgo copias del  poema de César Vallejo, “Los Heraldos Negros”, como parte del homenaje.
	“Ellas buscarán dignidad, paz, justicia y libertad, también amor y  equidad. Ellas buscan solidaridad. Ellas gritarán ni una más”, así,  coreando el himno de Mujeres de Negro los asistentes recordaron a  Marisela como una mujer que luchó hasta el final por justicia en el  asesinado de su hija Rubí Marisol.
	“Hace tres años coloqué el nombre de mi hija en esta cruz y juré ante  su tumba que no descansaría de exigir justicia y encontrar a sus  asesinos; hoy dos años después coloco el nombre de esta gran mujer a  quien yo aprecié mucho y reitero lo que ella dijo, aunque me lleve la  muerte aquí seguiremos” agregó.
	La señora Ledezma era madre de Paloma Escobar Ledezma, joven asesinada  hace aproximadamente tres años por lo que fundó la organización  “Justicia por Nuestras Hijas” que representan más de 50 casos de  personas desaparecidas y asesinadas con casos desde 1995.
	Entre cantos y gritos de los asistentes que coreaban “Ni una más”, el  grupo de manifestantes clamaron justicia por el esclarecimiento del  asesinato de la señora quien hasta el último momento exigió tanto al  Gobierno federal y estatal la captura del asesino confeso de Rubí  Marisol.