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Bovino adicto
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Buena estrategia del PRIAN al poner un candidato como peña, ya que muchas mujeres lo ven como galan y no como candidato. que lastima saber que mexico, no tenga memoria. olvidan muy rapido y los gobiernos se aprovechan de eso.
GUADALAJARA, Jal. (apro).- Suelto, desenfadado y sin teleprompter por delante, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, logró finalmente contagiar a su verdadero sector cautivo: las mujeres.
Arropado por cientos de ellas, mujeres de todas las edades, el aspirante del PRI llegó a las instalaciones de Expo Guadalajara y con pleno desenfado se dejó querer.
Las mujeres lo abrazaban y gritaban a su paso. Para complacerlas, el candidato subió a las sillas, pasó de una a otra recorriendo el amplio salón. Fue la adoración. A Peña Nieto se le veía por primera vez en su ambiente.
Media hora tardó en recorrer el salón la estrella del PRI, quien en todo momento estuvo acompañado por su esposa La Gaviota.
Feliz del agasajo a su marido, Angélica Rivera lo invitaba a continuar para que las mujeres priistas tocaran un poco de cielo ante el roce de Peña Nieto.
Al llegar al templete, el candidato no sólo arrancó suspiros sino también gritos desaforados de las cientos de mujeres quienes hicieron lo mismo cuando el animador del evento mencionó el nombre de Angélica Rivera.
Tanto prendió el candidato que decidió bajar del templete y hacer otro pequeño recorrido entre las sillas. Las mujeres lo manoseaban, lo acariciaban y se tomaban fotos con él. Al término del evento buscarían en forma ávida llevarse una, pues eran “gratis”.
http://www.proceso.com.mx/?p=302878

GUADALAJARA, Jal. (apro).- Suelto, desenfadado y sin teleprompter por delante, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, logró finalmente contagiar a su verdadero sector cautivo: las mujeres.
Arropado por cientos de ellas, mujeres de todas las edades, el aspirante del PRI llegó a las instalaciones de Expo Guadalajara y con pleno desenfado se dejó querer.
Las mujeres lo abrazaban y gritaban a su paso. Para complacerlas, el candidato subió a las sillas, pasó de una a otra recorriendo el amplio salón. Fue la adoración. A Peña Nieto se le veía por primera vez en su ambiente.
Media hora tardó en recorrer el salón la estrella del PRI, quien en todo momento estuvo acompañado por su esposa La Gaviota.
Feliz del agasajo a su marido, Angélica Rivera lo invitaba a continuar para que las mujeres priistas tocaran un poco de cielo ante el roce de Peña Nieto.
Al llegar al templete, el candidato no sólo arrancó suspiros sino también gritos desaforados de las cientos de mujeres quienes hicieron lo mismo cuando el animador del evento mencionó el nombre de Angélica Rivera.
Tanto prendió el candidato que decidió bajar del templete y hacer otro pequeño recorrido entre las sillas. Las mujeres lo manoseaban, lo acariciaban y se tomaban fotos con él. Al término del evento buscarían en forma ávida llevarse una, pues eran “gratis”.
http://www.proceso.com.mx/?p=302878
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