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García Luna y Wikileaks - Todos los cables

Joker

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Para que no haya dudas del entreguismo del nuevo gobierno a los Estados Unidos. Hace rato que la palabra "soberanía" no significa nada. Ojalá que en las próximas elecciones no se nos olviden estas cosas.

García Luna ofreció a EU "libre acceso" a la inteligencia mexicana

Es frecuente encontrar en los despachos de la embajada estadunidense en México quejas sobre la falta de colaboración de funcionarios mexicanos con sus contrapartes del norte. No es el caso de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, quien en febrero de 2007 dijo a Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos: "Usted tendrá libre acceso a nuestra información de inteligencia en seguridad pública".

Es frecuente encontrar en los despachos de la embajada estadunidense en México quejas sobre la falta de colaboración de funcionarios mexicanos con sus contrapartes del norte. No es el caso de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, quien en febrero de 2007 dijo a Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos: Usted tendrá libre acceso a nuestra información de inteligencia en seguridad pública.
En su oferta, contenida en el cable 07MEXICO983 –entregado por Wikileaks a La Jornada–, García Luna pedía establecer protocolos para hacer posible ese intercambio de información de inteligencia de alta calidad.
La oferta de García Luna ocurre cuando Chertoff –uno de los padres de la Ley Patriótica, que anula derechos y garantías en aras de la lucha contra el terrorismo–, visita en México a la plana mayor del nuevo gobierno para plantear las prioridades de Estados Unidos.
Solícito, el flamante titular de la SSP anunció a Chertoff la contratación de 8 mil nuevos agentes y expresó su esperanza de que el Departamento de Seguridad Interior (o DHS, por sus siglas en inglés) pueda ayudarle a establecer programas para asegurar la integridad de (los agentes de) su fuerza.
A pesar de la confianza, García Luna pide una orientación clara respecto a los puntos adecuados de contacto con el DHS. Dado que ambos gobiernos tienen complejos sistemas federales de seguridad pública, argumenta, a veces hacenconexiones erróneas.
Chertoff ofrece enviar un agregado de alto nivel del DHS a México para mejorar los esfuerzos de coordinación.
Pese a su ánimo colaborador, García Luna es el funcionario mexicano que ocupa menos espacio en los despachos enviados por la embajada con motivo de la visita de Chertoff a México, cuando el gobierno de Felipe Calderón cumplía apenas dos meses y medio.
Las prioridades de EU
Chertoff se reúne, el 16 de febrero de 2007, con el flamante secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, y algunos de sus colaboradores. La minuta de la reunión se envía al Departamento de Estado con el número 07MEXICO965 (los dos cables citados en esta nota están firmados por el embajador Anthony Garza).
El cable detalla las demandas estadunidenses como: Un compromiso para trabajar juntos estrechamente en la elaboración y aplicación de una estrategia para controlar la frontera sur de México; un compromiso para fortalecer y ampliar los Protocolos de Violencia en la Frontera, extender el programa a lo largo de la frontera norte y profundizar los intercambios de inteligencia táctica; “una oferta para mejorar el Programa de Repatriación Interna, que incluya a los viajeros ‘en riesgo’ y los ‘ilegales’ centroamericanos”; y una petición para que el gobierno de México amplíe el compartir información de datos biométricos, mediante la captura de huellas dactilares, de los pasajeros que llegan a México por avión.
Es evidente el interés estadunidense por establecer una buena relación con el nuevo gobierno. Chertoff, por ejemplo, elogia las recientes iniciativas de ley sobre temas de seguridad, presentadas por gobierno mexicano, y las coloca en la línea de las principales preocupaciones estadunidenses: “el terrorismo transfronterizo, la narcodelincuencia organizada y la migración illegal”.
No a un Plan Colombia
En una reunión por separado, Eduardo Medina Mora, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), pide a Chertoff “una relación al ‘estilo Estados Unidos-Canadá’, una verdadera asociación en lugar de un programa made in USA”, como se ha caracterizado a gran parte del Plan Colombia. “Si queremos mejorar realmente la calidad de nuestra cooperación –señaló–, México tiene que construir sus propias capacidades, así como ayudar a sus vecinos de América Central”.
Chertoff dice que entiende la dinámica política de México e insta una vez más a que el gobierno mexicano diera a EU su propio plan, en particular sobre la frontera sur.
La diferencia de estilos o incluso de prioridades es evidente. Mientras García Luna ofrece una colaboración total, Medina Mora sugiere cambios en la política estadunidense de combate a las drogas y externa quejas sobre fallas en el aparato de seguridad pública del país vecino.
Por ejemplo, aprovecha el viaje para hablar de la reciente incautación de 40 toneladas de seudoefedrina, enviadas desde Hong Kong a Manzanillo, vía Long Beach.
(El procurador mexicano) señaló que hasta el 97 por ciento de los precursores químicos ilícitos viajaron siguiendo esa ruta, y pidió un mejor monitoreo e intercepción en el puerto de Long Beach, así como acciones diplomáticas de EU y México en Asia, para dar con, localizar e impedir los envíos ilegales.
La parte estadunidense pide detalles de la incautación. Si volúmenes tan grandes que pasan a través de Long Beach, EU debe mejorar la focalización.
Chertoff se muestra de acuerdo en que ambos países deben cooperar más estrechamente en ese ámbito y ofrece poner a alguien operativo para compartir información y analizar conjuntamente las vulnerabilidades.
Construir apoyo al programa de trabajadores temporales
Con Ramírez Acuña, Chertoff destaca el compromiso del presidente George W. Bush con el programa de trabajadores temporales (TWP) y subraya la necesidad de controlar quién entra en EU a través de nuestra frontera sur, tanto para mantener la seguridad pública como para construir el apoyo público al TWP.
Sin embargo, advierte que el gobierno de EU seguirá adoptando medidas para asegurar la frontera, aun cuando avance la reforma migratoria.
Como se sabe, el apoyo público nunca fue suficiente, pues Bush terminó su mandato sin reforma migratoria y también sin una ampliación del muy limitado programa de trabajadores temporales.
Inestabilidad de CA, amenaza directa para México
Chertoff ofrece trabajar con México para atacar a los polleros, sus organizaciones y seguir la pista de su dinero. Estados Unidos, insiste Chertoff con Ramírez Acuña y otros funcionarios, quiere ayudar a México a asegurar su frontera sur y tiene ganas de escuchar cómo el gobierno mexicano tiene previsto hacerlo. Al menos por lo escrito en el cable, la parte mexicana no dice nunca cómo tiene previsto asegurar la frontera sur.
En su reunión con Medina Mora, el funcionario estadunidense insiste en conocer la estrategia del gobierno calderonista para la frontera sur mexicana. En su respuesta, el entonces titular de la PGR sugiere que la construcción de capacidades de interdicción entre los países centroamericanos es un elemento clave necesario.
Para Medina Mora, el problema de la frontera sur es verdaderamente regional, y la inestabilidad potencial en América Central constituye una amenaza directa e inmediata a la seguridad pública en México.
El procurador mexicano dice que la situación de Guatemala es “particularmente problemática. Las comprensibles reducciones en las fuerzas armadas (de Guatemala) han creado un vacío en materia de seguridad, especialmente en el Petén, el departamento más al norte de Guatemala, que Medina Mora llamó ‘una tierra de nadie’”.
Medina Mora sugiere abandonar los US Halcon Citations (aviones de la fuerza aérea) porque, dice, los envíos aéreos de drogas ilegales en México hacia el norte son poco frecuentes. Óscar Rocha, colaborador de Medina, presenta una propuesta mediante la cual EU compraría lanchas rápidas incautadas y reacondicionadas por México para que los gobiernos centroamericanos hagan sus propios esfuerzos de incautación de drogas.
Chertoff no dice que no, pero tampoco da esperanzas a los mexicanos frente a esta propuesta.
Por su lado, Ramírez Acuña y su equipo sólo responden que por ahora, México “necesita no sólo un mejor análisis sobre actividades ilegales en el sur, sino también concentrar sus recursos en áreas clave como los puertos de entrada formal e ‘informal’ a lo largo de la frontera con Guatemala, así como en el istmo de Tehuantepec, un punto natural de ‘estrangulamiento’ para los contrabandistas ilegales de personas y mercancías”.
Ramírez Acuña informa que Guillermo Valdés, director del Cisen, será el contacto principal del gobierno mexicano para la estrategia en la frontera sur.
Quizá para esquivar el tema de la frontera sur, los funcionarios mexicanos reclaman la falta de seguimiento de las agresiones que padecen los migrantes en Estados Unidos por agentes de la Patrulla Fronteriza. Chertoff responde con un elogio al profesionalismo de la migra y justifica: Los agentes se enfrentan a un constante aluvión de ataques, que van desde las piedras que les tiran a incidentes de gravedad mucho mayor, y México debe entender su necesidad de defenderse adecuadamente.
 
Y saben que es lo peor que todavia mucha gente esta cegada con el nacionalismo mexicano. que triste
 
Inteligencia? Sera confiable, sera pristina, o mas bien es estupidez. Por q segun sabemos, los amos, desconfian de Garcia Luna, por q bien a bien, no se sabe, en realidad para quien trabaje sabemos q para el mejor postor, pero quien es el mejor postor, el chapo?
Esto si q deberia ser importante, pero dada la tremenda manipulacion, lo importante es el partdo del chicharrito, o el de la seleccion.
La impunidad y entregismo, ya es cinicamente descarada, entre la clase politica dorada, o mas bien diria, azul, blanca y roja, con estrellitas.
 
Así o más patético?

García Luna es un 'amigable perdedor' para EU: Wikileaks

El funcionario "no supo o no toleró" la corrupción de varios de sus subordinados. Colombia amagó en 2008 con cancelar cooperación policial, revelan cables de Wikileaks.

México, DF. Óscar Adolfo Naranjo, el director de la Policía Nacional de Colombia, quien condecoró hace unos días al titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, fue el mismo que, en 2008, amenazó con cerrar un programa de entrenamiento de agentes mexicanos debido a los niveles de corrupción en las fuerzas de seguridad pública de nuestro país. Y se lo dijo al ingeniero García Luna.

A finales de ese año, la Operación Limpieza –que llevó a prisión a funcionarios de alto nivel– levantaba polvo en el aparato de seguridad mexicano y más que suspicacias fuera del país. La Interpol había enviado un equipo para investigar si su información había caído en manos de un cártel del narcotráfico. Y Colombia amenazaba con suspender su colaboración con México si no se le convencía de que la investigación de los antecedentes de los agentes mexicanos había sido exhaustiva.

Así lo reseña el cable 08MEXICO3498, de la embajada de Estados Unidos en México, enviado el 25 de noviembre de 2008, que contiene los resultados de sus indagaciones acerca de la capacidad de García Luna para manejar a sus subordinados. La preocupación al respecto, dice el cable, puede complicar la capacidad de México para trabajar en forma bilateral en temas de seguridad sensibles.

Además de las preocupaciones de la Interpol en relación con la integridad de su información y sus bases de datos, el despacho refiere otras dudas que venían del sur. Colombia también está preocupada por los niveles de corrupción en las fuerzas de seguridad pública mexicanas.

El despacho cita una reunión efectuada el 19 de noviembre de 2008, entre un oficial político de la embajada estadunidense y Paola Holguín, su homóloga de la representación colombiana en la ciudad de México: “(Holguín dijo) que el director de la Policía Nacional de Colombia le había dicho recientemente a García Luna que si no mejora la investigación –y demuestra a Colombia que el proceso fue exhaustivo– de los antecedentes de los agentes de la policía que reciben entrenamiento en Colombia, Bogotá tendrá que considerar cerrar el programa”.

Ayer, en Bogotá, Óscar Adolfo Naranjo Trujillo, director de la Policía Nacional de Colombia, encabezó la ceremonia de balance de cuatro años de su gestión, casi una semana después de haber entregado a García Luna la Medalla al Mérito Categoría Excepcional, conferida por el presidente Juan Manuel Santos, al mexicano por su contribución estratégica a la seguridad.

La condecoración fue entregada a García Luna sin que el Congreso mexicano hubiera aprobado la solicitud presentada por el Ejecutivo federal.

Pero quizá lo que importa al secretario de Seguridad Pública es que, al menos ante los ojos de los colombianos, las dudas sobre la integridad de sus fuerzas se disiparon.

No se da cuenta o tolera las actividades de sus subordinados

En los cables diplomáticos entregados a La Jornada por Wikileaks, García Luna nunca recibe los elogios que se ganaba su otrora compañero de gabinete Eduardo Medina Mora, aunque tampoco las fuertes críticas que la embajada endereza contra el Ejército Mexicano.

Ni siquiera en noviembre de 2008, cuando la Operación Limpieza arrasa con varios funcionarios de alto nivel, algunos de ellos cercanos al titular de Seguridad Pública.

El despacho referido, que lleva la firma del embajador Anthony Garza, evalúa que si bien hay alarma en los círculos públicos por el hecho de que la corrupción haya llegado a los más altos niveles, las aprehensiones, a la larga, también ayudan a Calderón a pulir sus credenciales como un líder comprometido con la lucha contra la delincuencia organizada y la corrupción.

Pero en ese mismo escenario estima que el único perdedor real puede ser el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien tendrá que trabajar duro para superar la percepción de que no se da cuenta de lo que sucede a su alrededor o que tolera las actividades de sus subordinados.

El jefe policiaco vuelve a ser el perdedor en un cable dado a conocer en diciembre pasado: “García Luna también se cuenta como un perdedor neto en la operación conjunta, después del operativo contra ABL (Arturo Beltrán Leyva). La SSP considera a objetivos de alto nivel, como los Beltrán Leyva, como parte de su responsabilidad, y García Luna ya ha dicho en privado que el operativo debió ser suyo” (cable 09MEXICO3573, del 17 de diciembre de 2009).

El despacho diplomático sobre la Operación Limpieza ofrece detalles acerca de las aprehensiones de Rodolfo de la Guardia García, ex alto funcionario de la Agencia Federal de Investigación (AFI), y del ex jefe de la Interpol México, Ricardo Gutiérrez Vargas.

Como consecuencia de esta última, dice, la Interpol envió a México un equipo para investigar si su información no fue a dar a manos de los cárteles del narcotráfico.

En el cable 08MEXICO3498 también se recuerda que en los meses anteriores habían sido detenidos más de 30 funcionarios, incluyendo a Noé Ramírez Mandujano, “popularmente considerado como el zar contra las drogas en México” (fue titular de la SIEDO durante 20 meses). Tras esa aprehensión, el entonces procurador general, Eduardo Medina Mora, informó que un miembro del cártel de Sinaloa había informado que Ramírez recibía 450 mil dólares mensuales a cambio de información confidencial.

“Bueno para el presidente Calderón… ¿malo para García Luna?”, pregunta el embajador estadunidense, quien en su informe recoge los cuestionamientos de la prensa mexicana sobre la cercanía de varios de los imputados en la Operación Limpieza con García Luna.

La lista incluye al mencionado Ricardo Gutiérrez, así como a Francisco Navarro, jefe de Operaciones Especiales de la SSP; Gerardo Garay Cadena, jefe de la Policía Federal Preventiva, y Mario Velarde Martínez, quien fuera secretario particular de García Luna.

¿Malo para García Luna? No, según el presidente Calderón, quien desde Perú dio un espaldarazo a su secretario de Seguridad Pública.

Evidentemente si hubiera alguna duda de su probidad o más aún, algún elemento probatorio que descalificara esa probidad, seguramente no sería secretario de Seguridad Pública, dijo Calderón el 23 de noviembre de 2008.

En su despacho, Garza anotó: “Calderón exhortó a los observadores a no interpretar la Operación Limpieza como dirigida a una persona en particular”.

Pese al espaldarazo presidencial, el todopoderoso secretario de Seguridad Pública salió raspado, en la visión del embajador Garza: El verdadero perdedor en todo esto puede ser García Luna, hasta la fecha no implicado personalmente en las actividades corruptas de sus subordinados, (quien) tendrá que trabajar duro para superar la percepción de que no se da cuenta de lo que sucede a su alrededor o de que tolera las actividades al menos dudosas de sus subordinados.

Ni en español se le entiende
La percepción sobre las actividades dudosas de subordinados de García Luna no eran nuevas. Apenas despuntaba el sexenio cuando la funcionaria Leslie Bassett envía un despacho con los perfiles de quienes integran el gabinete de seguridad de Calderón.

Del flamante titular de la SSP, la embajada escribe: Su reputación personal es muy buena; sin embargo, la que tienen algunos de sus subordinados no ha sido tan favorable (cable 06MEXICO6871, con fecha 11 de diciembre de 2006).

Pese a todo, la embajada le ponía palomita al papel de García Luna por la transformación de la Policía Judicial Federal (altamente contaminada por la corrupción) en la Agencia Federal de Investigación (AFI), una combinación híbrida de la FBI y la DEA.

En 2006, las antenas de la embajada andaban mal calibradas, al menos en lo que hace a la relación entre García Luna y su compañero de gabinete Eduardo Medina Mora: Están cerca personal y políticamente, escribían los diplomáticos que años después criticaban el impacto negativo que provocaba la animosidad personal entre ambos en la lucha contra el narcotráfico.

Pero a finales de 2006 la embajada consideraba que la presencia de los dos funcionarios iba a ayudar a mantener la excelente cooperación que las agencias de seguridad pública del gobierno de Estados Unidos disfrutaron con el gobierno de (Vicente) Fox.

En el caso del ingeniero García Luna, había motivos para pensar que así sería, pues la embajada consideraba su actitud amigable hacia EU, sin contar que desde sus tiempos en la Policía Federal Preventiva había sido un enlace de confianza, socio y amigo de la FBI (Oficina Federal de Investigaciones).

Muchos que han escuchado a García Luna hablar en público se preguntan cómo hacen sus subordinados para entender sus órdenes. No son los únicos. “Su español –decía la embajada en 2006–, es a menudo entre dientes y habla en un ritmo entrecortado y difícil de entender incluso para los hablantes nativos de español; sus capacidades en inglés son insignificantes”.

En juicios que no son elogios ni diatribas, la embajada citaba a sus interlocutores para calificar la personalidad de García Luna como intensa, al tiempo que lo definía como un tipo que ve el bosque y un estratega que aborda las cuestiones y problemas como el ingeniero que es.

En el arranque del sexenio, la embajada estadunidense veía inmejorables a los dos funcionarios luego confrontados: Ambos hombres han sido firmes defensores de la necesidad de una restructuración significativa de la estructura de la Policía Federal. García Luna incluso escribió un libro sobre el tema.
 
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