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Bovino adicto
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Tanto dinero invertido, y han aumentado las muertes, se sigue vendiendo droga sigue, las muertes y ahora no solo debemos cuidarnos de los delicuentes, si no de las mismas autoridades que roban cuando hacen cateos.
EL NUEVO PRESUPUESTO DE GUERRA
Por absurdo que parezca, al finalizar el sexenio, el gobierno del presidente Felipe Calderón habrá gastado más de 668 mil millones de pesos en su estrategia de guerra para la pacificación del país.
La estratosférica cifra equivale a más del doble de los 308 mil millones de pesos que erogó Vicente Fox en su administración.
Eso, siempre y cuando los diputados federales aprueben el proyecto de gasto que Felipe Calderón propuso para las secretarías de Gobernación, Defensa Nacional, Marina y Seguridad Pública, así como para la Procuraduría General de la República. Para el último año de gobierno, el presupuesto global asignado a estas dependencias podría ser de 154 mil millones de pesos.
Esa cifra es casi igual al presupuesto conjunto propuesto para la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Comunicaciones.
Y es que, sin duda, el sector policiaco y militar fue uno de los más dinámicos este sexenio.
En términos globales, el presupuesto del gabinete de seguridad aumentó 163 por ciento de 2006 a 2012.
EL NUEVO EJÉRCITO DE FELIPE CALDERÓN
Sin embargo, aunque el incremento presupuestal ha sido espectacular, no ha sido parejo.
Unas dependencias resultaron más favorecidas, como la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Secretaría de Gobernación (Segob).
En 2006, la SSP recibió un presupuesto de 9 mil 274 millones de pesos, pero en 2012 podría contar con 40 mil 536 millones. Esto significa que los recursos aumentarían más de cuatro veces. Y si eso sucede, la dependencia que dirige Genaro García Luna administraría una partida similar a la que tuvo el Ejército Mexicano hace tres años.
Con respecto a la Segob, en 2006 recibió 4 mil 793 millones de pesos. Y el próximo año podría tener un presupuesto de 23 mil 537 millones. Esto, porque la mayor parte de los recursos serán destinados a persuadir a los gobiernos estatales para que se plieguen a los lineamientos del secretario García Luna.
LAS 150 MIL BAJAS
Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para las Fuerzas
Armadas.
Y es que en los últimos 10 años, más de 150 mil miembros del Ejército desertaron por los bajos salarios.
Tan sólo de 2000 a 2005, 106 mil 814 elementos dejaron las filas militares. Y en el periodo 2007-2010, con todo y la mejora salarial, se fueron 52 mil soldados más.
Estos datos están consignados en el estudio “Adapting, Transforming and Modernizing under Fire: The Mexican Military 2006-11”, presentado recientemente por el experto en temas de seguridad y defensa Íñigo Guevara Moyano.
En cualquier país, esos datos de deserción resultarían alarmantes. Pero en México no.
¿Alguien tiene idea de la actividad que están desempeñando esas 150 mil personas que dejaron el Ejército?
A MAYOR GASTO, MÁS VIOLENCIA
En teoría, parece un contrasentido, pero en los hechos no lo es tanto.
Lo cierto es que a medida que han aumentado los presupuestos para la guerra, se ha disparado la violencia.
En el sexenio de Fox, con un gasto policiaco-militar de 308 mil millones de pesos, fueron ejecutados más de 9 mil mexicanos. En el de Felipe Calderón, con 668 mil millones de pesos asignados al mismo rubro, las ejecuciones sumaban más de 50 mil hasta mediados de 2011, cifra que llegará por lo menos a 60 mil al finalizar el sexenio, según algunas estimaciones.
¿Alguien puede hablar de éxito?
Evidentemente fracasó la estrategia de recurrir a la guerra para pacificar al país.
LA PERCEPCIÓN DE LOS MEXICANOS
¿Qué piensan los mexicanos de la inseguridad? ¿Cuáles son sus expectativas con respecto a la posible solución?
Justamente el martes 20 de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2011 (Envipe) como parte de los trabajos del Subsistema Nacional de Información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia (SNIGSPIJ).
El estudio consigna que de 2005 a 2011, aumentó la percepción de inseguridad que tienen los mexicanos.
En 2005 resultó alarmante que 54.2% de los ciudadanos percibió una situación de inseguridad en su entidad federativa. La mala noticia es que la situación empeoró en 2011. Hoy, casi 70% de la población (69.5) cree que vive en condiciones de inseguridad.
Sin embargo, quizá lo más grave es la pérdida de la esperanza a pesar del presupuesto de miles de millones de pesos destinado al gasto policiaco-militar.
Y es que el INEGI señala que 76% de los ciudadanos creen que la situación del país seguirá igual o empeorará en lo que resta del año.
¿A qué se puede deber esta desesperanza?
Sin duda, parte de la respuesta está en el hecho de que la confianza del ciudadano en las instituciones de seguridad también va a la baja.
Lo paradójico del caso es que sólo 19% de la población confía en la Policía Federal, que es la corporación que ha recibido más recursos y motivo de orgullo para el presidente Felipe Calderón.
Y sólo 15% de los mexicanos cree que el trabajo de la SSP es muy efectivo, con todo y que gastó 118 millones de pesos en la producción televisiva “El Equipo”.
En cambio, 47% piensa que el trabajo de la Marina es “muy efectivo”. Y en el caso del Ejército, este porcentaje baja a 43.
Estas percepciones resultan interesantes porque la Marina dispone apenas de la mitad del presupuesto otorgado a la Secretaría de Seguridad Pública.
LA SEGURIDAD MEXICANA EN EL RANKING MUNDIAL
¿Estarán equivocados los mexicanos cuando opinan sobre la inseguridad?
Ciertamente no. Al analizar el lugar que ocupa México en el Ranking Mundial de Competitividad que publica cada año el Foro Económico Mundial, resulta que es el “colero” en materia de seguridad, y cada año le va peor.
En 2008, México ostentaba el vergonzoso lugar 124 en confiabilidad de los servicios policiacos. Para 2011, ya había retrocedido nueve posiciones para ubicarse en el 133 de 142.
Y ni hablar del crimen organizado. México pasó del lugar 127 en 2008, al 139 en 2011.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
No se necesita ser Napoleón, ni Sun-Tzu para caer en la cuenta de que la estrategia de esta guerra ya fracasó.
Que la victoria no reside en la sofisticación de las armas, ni en la adquisición de equipos bélicos, ni en la incorporación de nuevos elementos a las fuerzas de seguridad.
Nadie sabe en qué ciudad ni en qué barrio pudieran estar estacionadas las tropas enemigas con vehículos blindados tipo Sand Cat. Y es que en México ni siquiera hay grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En cambio, lo que sí es una realidad es la existencia de otro ejército. Uno muy numeroso que habita en los barrios más pobres y populosos de México y que todos los días deambula desesperado por las calles de las ciudades en busca de alimento.
Sus miembros están clasificados como pobres alimentarios. Son 9 millones de mexicanos a los que no les alcanza ni para comer.
A este ejército urbano se suma la división de 12 millones de pobres que viven en el campo y que tampoco tienen para comer.
Ambos ejércitos, con sus 21 millones de elementos, forman parte de otro mayor, en el que militan, según las cifras oficiales, 57 millones de personas que viven en pobreza patrimonial y representan a más de la mitad de la población.
¿Cuántos Black Hawk o Sand Cat serían necesarios para controlarlos en caso de que pasaran de su indignación pasiva a la indignación activa?
¿Con cuántos aviones no tripulados podríamos detectar cada uno de sus movimientos?
Son mexicanos. Se llaman “Pedro”, “Juan”, “María”... y también tienen hambre y necesidad de trabajar. Todos ellos tienen ilusiones y sueños, como los tiene el más rico de los ricos.
Todos ellos tienen temores. Les aterra la violencia cotidiana que enfrentan por el sólo hecho de no tener un trabajo digno.
Sería recomendable revisar cómo le hicieron India, China y Argentina para lograr el crecimiento que han alcanzado en los últimos años.
En lugar de culpar a las estrellas o a los estadounidenses por nuestras tragedias, ¿no sería bueno empezar a reflexionar acerca de nuestros errores?
Y es que, antes de disparar, deberíamos detenernos a pensar en que la verdadera seguridad es fruto de la paz, y la paz, a su vez, es fruto de la justicia.
Es urgente un auténtico cambio de estrategia. ¿O no?
http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/el-alto-costo-de-la-guerra
EL NUEVO PRESUPUESTO DE GUERRA
Por absurdo que parezca, al finalizar el sexenio, el gobierno del presidente Felipe Calderón habrá gastado más de 668 mil millones de pesos en su estrategia de guerra para la pacificación del país.
La estratosférica cifra equivale a más del doble de los 308 mil millones de pesos que erogó Vicente Fox en su administración.
Eso, siempre y cuando los diputados federales aprueben el proyecto de gasto que Felipe Calderón propuso para las secretarías de Gobernación, Defensa Nacional, Marina y Seguridad Pública, así como para la Procuraduría General de la República. Para el último año de gobierno, el presupuesto global asignado a estas dependencias podría ser de 154 mil millones de pesos.
Esa cifra es casi igual al presupuesto conjunto propuesto para la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Comunicaciones.
Y es que, sin duda, el sector policiaco y militar fue uno de los más dinámicos este sexenio.
En términos globales, el presupuesto del gabinete de seguridad aumentó 163 por ciento de 2006 a 2012.
EL NUEVO EJÉRCITO DE FELIPE CALDERÓN
Sin embargo, aunque el incremento presupuestal ha sido espectacular, no ha sido parejo.
Unas dependencias resultaron más favorecidas, como la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Secretaría de Gobernación (Segob).
En 2006, la SSP recibió un presupuesto de 9 mil 274 millones de pesos, pero en 2012 podría contar con 40 mil 536 millones. Esto significa que los recursos aumentarían más de cuatro veces. Y si eso sucede, la dependencia que dirige Genaro García Luna administraría una partida similar a la que tuvo el Ejército Mexicano hace tres años.
Con respecto a la Segob, en 2006 recibió 4 mil 793 millones de pesos. Y el próximo año podría tener un presupuesto de 23 mil 537 millones. Esto, porque la mayor parte de los recursos serán destinados a persuadir a los gobiernos estatales para que se plieguen a los lineamientos del secretario García Luna.
LAS 150 MIL BAJAS
Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para las Fuerzas
Armadas.
Y es que en los últimos 10 años, más de 150 mil miembros del Ejército desertaron por los bajos salarios.
Tan sólo de 2000 a 2005, 106 mil 814 elementos dejaron las filas militares. Y en el periodo 2007-2010, con todo y la mejora salarial, se fueron 52 mil soldados más.
Estos datos están consignados en el estudio “Adapting, Transforming and Modernizing under Fire: The Mexican Military 2006-11”, presentado recientemente por el experto en temas de seguridad y defensa Íñigo Guevara Moyano.
En cualquier país, esos datos de deserción resultarían alarmantes. Pero en México no.
¿Alguien tiene idea de la actividad que están desempeñando esas 150 mil personas que dejaron el Ejército?
A MAYOR GASTO, MÁS VIOLENCIA
En teoría, parece un contrasentido, pero en los hechos no lo es tanto.
Lo cierto es que a medida que han aumentado los presupuestos para la guerra, se ha disparado la violencia.
En el sexenio de Fox, con un gasto policiaco-militar de 308 mil millones de pesos, fueron ejecutados más de 9 mil mexicanos. En el de Felipe Calderón, con 668 mil millones de pesos asignados al mismo rubro, las ejecuciones sumaban más de 50 mil hasta mediados de 2011, cifra que llegará por lo menos a 60 mil al finalizar el sexenio, según algunas estimaciones.
¿Alguien puede hablar de éxito?
Evidentemente fracasó la estrategia de recurrir a la guerra para pacificar al país.
LA PERCEPCIÓN DE LOS MEXICANOS
¿Qué piensan los mexicanos de la inseguridad? ¿Cuáles son sus expectativas con respecto a la posible solución?
Justamente el martes 20 de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2011 (Envipe) como parte de los trabajos del Subsistema Nacional de Información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia (SNIGSPIJ).
El estudio consigna que de 2005 a 2011, aumentó la percepción de inseguridad que tienen los mexicanos.
En 2005 resultó alarmante que 54.2% de los ciudadanos percibió una situación de inseguridad en su entidad federativa. La mala noticia es que la situación empeoró en 2011. Hoy, casi 70% de la población (69.5) cree que vive en condiciones de inseguridad.
Sin embargo, quizá lo más grave es la pérdida de la esperanza a pesar del presupuesto de miles de millones de pesos destinado al gasto policiaco-militar.
Y es que el INEGI señala que 76% de los ciudadanos creen que la situación del país seguirá igual o empeorará en lo que resta del año.
¿A qué se puede deber esta desesperanza?
Sin duda, parte de la respuesta está en el hecho de que la confianza del ciudadano en las instituciones de seguridad también va a la baja.
Lo paradójico del caso es que sólo 19% de la población confía en la Policía Federal, que es la corporación que ha recibido más recursos y motivo de orgullo para el presidente Felipe Calderón.
Y sólo 15% de los mexicanos cree que el trabajo de la SSP es muy efectivo, con todo y que gastó 118 millones de pesos en la producción televisiva “El Equipo”.
En cambio, 47% piensa que el trabajo de la Marina es “muy efectivo”. Y en el caso del Ejército, este porcentaje baja a 43.
Estas percepciones resultan interesantes porque la Marina dispone apenas de la mitad del presupuesto otorgado a la Secretaría de Seguridad Pública.
LA SEGURIDAD MEXICANA EN EL RANKING MUNDIAL
¿Estarán equivocados los mexicanos cuando opinan sobre la inseguridad?
Ciertamente no. Al analizar el lugar que ocupa México en el Ranking Mundial de Competitividad que publica cada año el Foro Económico Mundial, resulta que es el “colero” en materia de seguridad, y cada año le va peor.
En 2008, México ostentaba el vergonzoso lugar 124 en confiabilidad de los servicios policiacos. Para 2011, ya había retrocedido nueve posiciones para ubicarse en el 133 de 142.
Y ni hablar del crimen organizado. México pasó del lugar 127 en 2008, al 139 en 2011.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
No se necesita ser Napoleón, ni Sun-Tzu para caer en la cuenta de que la estrategia de esta guerra ya fracasó.
Que la victoria no reside en la sofisticación de las armas, ni en la adquisición de equipos bélicos, ni en la incorporación de nuevos elementos a las fuerzas de seguridad.
Nadie sabe en qué ciudad ni en qué barrio pudieran estar estacionadas las tropas enemigas con vehículos blindados tipo Sand Cat. Y es que en México ni siquiera hay grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En cambio, lo que sí es una realidad es la existencia de otro ejército. Uno muy numeroso que habita en los barrios más pobres y populosos de México y que todos los días deambula desesperado por las calles de las ciudades en busca de alimento.
Sus miembros están clasificados como pobres alimentarios. Son 9 millones de mexicanos a los que no les alcanza ni para comer.
A este ejército urbano se suma la división de 12 millones de pobres que viven en el campo y que tampoco tienen para comer.
Ambos ejércitos, con sus 21 millones de elementos, forman parte de otro mayor, en el que militan, según las cifras oficiales, 57 millones de personas que viven en pobreza patrimonial y representan a más de la mitad de la población.
¿Cuántos Black Hawk o Sand Cat serían necesarios para controlarlos en caso de que pasaran de su indignación pasiva a la indignación activa?
¿Con cuántos aviones no tripulados podríamos detectar cada uno de sus movimientos?
Son mexicanos. Se llaman “Pedro”, “Juan”, “María”... y también tienen hambre y necesidad de trabajar. Todos ellos tienen ilusiones y sueños, como los tiene el más rico de los ricos.
Todos ellos tienen temores. Les aterra la violencia cotidiana que enfrentan por el sólo hecho de no tener un trabajo digno.
Sería recomendable revisar cómo le hicieron India, China y Argentina para lograr el crecimiento que han alcanzado en los últimos años.
En lugar de culpar a las estrellas o a los estadounidenses por nuestras tragedias, ¿no sería bueno empezar a reflexionar acerca de nuestros errores?
Y es que, antes de disparar, deberíamos detenernos a pensar en que la verdadera seguridad es fruto de la paz, y la paz, a su vez, es fruto de la justicia.
Es urgente un auténtico cambio de estrategia. ¿O no?
http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/el-alto-costo-de-la-guerra