Recibimiento a la Caravana del Consuelo en El Paso, Texas, donde  exigieron suspender la Iniciativa Mérida. Foto: Mónica González 		
 	
El poeta Javier Sicilia y el ex 
ombudsman capitalino  Emilio Álvarez Icaza convocaron a una conferencia de prensa, luego de un  mitin que miembros de la Caravana del Consuelo realizaron este mediodía  en esta ciudad estadunidense, para aclarar que no piden el regreso del  Ejército a sus cuarteles en este momento. 
 El día previo, durante la firma del Acuerdo Ciudadano para la Paz en  Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando se leyó el documento en la Plaza Benito  Juárez, los oradores manifestaron que una petición del movimiento era  el retiro de las calles de las fuerzas armadas. En ese instante,  visiblemente molesto, Sicilia movía la cabeza de un lado a otro en  ademán de negación. 
 Este sábado, durante la conferencia con reporteros, Sicilia y Álvarez  Icaza reiteraron una y otra vez que no, que por el momento no forma  parte del acuerdo el repliegue del Ejército a sus cuarteles. 
 Explicaron que se trató de “un error que ha causado escozor”, pues en  la plaza se estaba leyendo una relatoría de las nueve mesas de trabajo  que se formaron para elaborar el documento. Cuando se le preguntó a  Sicilia la razón por la cual no aclaró el punto en ese momento, dijo que  era imposible porque se iba a enturbiar el acto. 
 Ambos miembros de la Caravana por la Paz subrayaron que la salida del  Ejército de las calles es una petición muy firme y arraigada en Ciudad  Juárez, una “presión” de muchos grupos locales, y apuntaron que eso se  debe tomar en cuenta y respetar, pero que la situación de violencia e  inseguridad es diferente en cada estado de la República, y que, por  ejemplo, en Tamaulipas, Durango, Chiapas o Michoacán, la gente no quiere  que el Ejército se vaya. 
 “Hay lugares en donde la gente ni siquiera puede ir a comprar alimentos si no está el Ejército”, puntualizó Álvarez Icaza.
 “Hay que atender a Juárez y su radicalidad, pero eso no puede  llevarse a lo nacional. Juárez es una particularidad del país, no es el  país entero. Esto es un agravio nacional, no es un asunto de izquierdas y  derechas”, precisó el poeta.
 Sicilia dijo que la idea es, como lo ha expresado en diversas  ocasiones en los mítines a los que acude, que las fuerzas armadas sí  vuelvan a sus cuarteles, pero no ahorita. “Nunca se pidió eso. Si el  Ejército fue sacado de manera irresponsable a esta guerra, y esa  decisión visceral del Presidente ha causado 40 mil muertos, no podemos  en este momento regresarlo de la misma forma impulsiva para que la  situación empeore. Sería igual de visceral y sería llevar la situación a  algo mucho más terrible. Esa posición de retirar al Ejército de las  calles es igual de atroz a la de haberlo sacado como lo sacaron, y nos  va a generar un problema mayor”.
 —Entonces, para precisar, ¿no piden la salida inmediata del Ejército de todo el país? —se les planteó.
 —No, para nada. No somos tan irresponsables… —respondió Sicilia.
 —No, no se trata de que el Ejército se repliegue en este momento, no… —segundó Álvarez Icaza.
 —¿Estaban muy enojados cuando se estaba leyendo el documento? —les preguntó 
MILENIO a ambos.
 —Sí, muy enojado, muy encabronado… —respondió Sicilia.
 —Sí, sumamente molesto, porque se prestó a una confusión terrible.  Que esto no se preste a confusiones: dialogar no es claudicar… —contestó  Álvarez Icaza.
 —¿Ganaron los duros, los radicales? —se les cuestionó. 
 Sicilia respondió: 
 —No sé si ganaron los duros, no es eso, fue un error, una lectura de  las relatorías de las mesas, pero lo único que vale es el acuerdo que ya  habíamos firmado el 8 de mayo en el Zócalo de la Ciudad de México,  porque todo lo demás es un asunto, son discusiones de las mesas de  trabajo, temas en construcción, algo perfectible que se irá discutiendo.  Son demandas que se tienen que escuchar y atender, pero en este momento  lo único definitivo como piso de lo que queremos es lo firmado en mayo  (reforma política, proyecto de seguridad con policías profesionales  desmilitarizadas, inversiones sociales, justicia en casos de  ejecuciones, secuestros y desapariciones, entre otros temas), y algunos  puntos de la resistencia civil que se habrán de practicar si los  políticos y gobernantes no responden a nuestras demandas, como es el  boicot tributario.
 Sicilia y Álvarez Icaza precisaron que nunca se avaló una petición de  juicio político contra Felipe Calderón para que formara parte del  acuerdo, e insistieron en que fue producto de la lectura indebida de lo  que se discutía y proponía en las mesas. 
 Ambos informaron que ya hay contactos para que su movimiento acuda a  dialogar sobre esos seis puntos del acuerdo de mayo con el gobierno  federal, el Poder Legislativo y los gobernadores, y que se trabaja en  los formatos para que dichos encuentros sean públicos, ante medios de  comunicación.
 A lo largo del mitin en El Paso, Sicilia reiteró que sí es petición  de su movimiento que se suspenda la Iniciativa Mérida, que se detenga el  tráfico de armas proveniente de Estados Unidos, y que se abata del  consumo de drogas en ese país, ya que todo ello es detonador de la  violencia en México. 
 
 	
El Paso, Texas • Juan Pablo Becerra-Acosta M.