Pues a ver, no me sale la redacción como al famosísimo Glenn pero ahí va.
MI bisabuelo contaba muchas cosas que le sucedieron, tratare de redactarlas lo mejor posible ya que yo no lo conocí y solo conozco sus historias en base a mis hermanos, primos, tíos y madre que me las han contado:
1. El era comerciante por lo que iba a comprar cosas al distrito y regresaba al pueblo, cabe mencionar que estamos hablando de alrededor de la década de los 30’s y 40´s, por lo que transporte publico aun no existía. Para ir al df y regresar al pueblo, los habitantes que tenían que ir al df, quedaban de verse en un punto y de ahí partir todos, todos llevaban burros, caballos o carretas para hacer el viaje y traer las cosas, todos eran aledaños a las pirámides de Teotihuacán.
Un día de tantos el bisabuelo se quedó dormido y llego tarde a la cita. Cabe mencionar que para ir al df y regresar al pueblo, tenían que reunirse de madrugada, por lo que me cuentan, máximo era a las 5 am. Por lo que cuando llego ya se habían adelantado todos, al pensar que el no iría.
No lo quedo más remedio que continuar solo con su burrito, apenas estaba por las cercanías cuando el animal empezó a inquietarse, por lo que el abuelo trató de calmarlo, mientras seguía avanzando, con la poca luz que daba la luna, alcanzó a ver una sombra junto a un árbol, por lo que se le erizó la piel. Cada que se acercaba el burrito más intranquilo se ponía y el bisabuelo trataba de calmarlo junto a sus nervios. Cuando estuvieron junto de él, mi abuelo no volteo a ver la sombra, pero empezó a poner atención por el rabillo del ojo y a veces solo inclinaba su mirada a la derecha ya que esa cosa empezó a caminar junto de él, lo único que puedo a acertar fue a apresurar un poco más al burrito para que avanzara más rápido. Pensó que era su imaginación, pero tratando de dominar el miedo y tallándose un poco los ojos se daba cuenta que la sombra seguía caminando junto de él, en un intento rápido se dio cuenta que no tenía pies, que flotaba. Durante varios minutos tanto el burrito como el abuelo fueron acompañados por la sombra con los nervios de punta hasta que, así como apareció se desvanecía.
Al llegar a su destino, alcanzó a sus demás compañeros y una vez estando ya con ellos, vieron como palidecía, al preguntarle que sucedía el les conto la vivencia, por lo que le dieron una taza de té y trataron de animarlo un poco.
Al llegar a casa y contarle a mi bisabuela, ella hizo el famoso rito de curar de espanto.
2. En otra historia comento que un buen día se fue a la pulcata (antes no eran bares en el pueblo sino lo mismo pero vendían solo pulque) y ya entrado en copas, cerca de la media noche decidió retirarse, el alumbrado público en ese entonces era muy escaso, lo bueno era que de la pulcata a su casa no era mucha, y en ese tiempo se gozaba de buena seguridad, por lo que uno podía caminar a esas horas sin que ningún vivo hiciera de las suyas.
Comenta que tenía que tomar una curva cerrada antes de llegar a su casa, en esa época, los cactus hacían de perímetro para las casas, por lo que tapaba la visibilidad al otro extremo de la curva.
Pues comenta que cuando ya estaba por salir de la curva, entre mareos y tambaleos, vio que a lo lejos en esa misma calle se aproximaba un toro enorme, por lo que se asustó y decidió ocultarse entre los cactus, y espero un tiempo. Pasaron unos minutos, volvió a asomarse y el toro ya estaba cerca, de hecho, comentaba que escuchaba los pasos del toro y como éste caminaba lentamente, por lo que volvió a ocultarse, cuando de pronto dejo de escuchar los pasos, aun así, espero un tiempo pensando que se había detenido el toro. Al cabo de unos momentos decidió asomarse lentamente, cuando para su sorpresa, ya no estaba el toro, salió completamente de su escondite para revisar completamente y en efecto ya no estaba el animal, lo increíble de todo es que no había ningún cruce, u otro camino que pudiera haber tomado ese toro, y aunque lo hubiera hecho se hubiese podido ver alejarse o escuchar sus pasos. Lo cual dejo intrigado a mi bisabuelo.
Aun tengo otras historias que le sucedieron a mi bisabuelo.