Dos jóvenes estrellas del cine y la música en Indonesia pueden acabar en la cárcel si se confirma que son los protagonistas de dos vídeos de sexo explícito colgados en Internet, debido a la draconiana legislación del país de mayor población musulmana.

La conocida actriz Luna Maya, de 26 años, y el exitoso cantante Nazriel Irham, de 28 y apodado Ariel Peterpan, han sido denunciados por “violar los valores religiosos” por el bufete de abogados islámico Jamin Rakyat (“Seguridad para el Pueblo”), causando un gran revuelo porque ambos son caras de la nueva imagen moderna y urbana del país.

Farhat Abbas, presidente de Jamin Rakyat, también les acusa de haber vulnerado la estricta Ley Antipornografía y de Información Electrónica, aprobadas con gran polémica en 2008., subraya Abbas. Tras la denuncia, las autoridades indonesias investigan ahora si efectivamente son estos dos famosos los protagonistas -aunque guardan un gran parecido, la calidad de la imagen es mala- y si fueron ellos los que distribuyeron los vídeos en Internet.

Pueden ser arrestados, incluso si alegan que era para uso privado. El portavoz de la Policía de Yakarta, Boy Rafli Amar, señala que tanto los actores de esta grabación casera como sus distribuidores pueden ser perseguidos legalmente.

Distribuir material pornográfico en la red está castigado con hasta seis años de prisión en Indonesia, mientras protagonizar escenas de sexo como las que aparecen en las cintas acarrea una pena máxima de 16 años.

Los polémicos vídeos, con desnudos integrales y actos sexuales explícitos, tienen una duración de casi siete minutos y alrededor de dos, dependiendo de la versión, y parecen grabados a mano con un teléfono móvil, según los expertos.

Ambos archivos se encuentran desde hace tres días disponibles en varios servidores de descargas gratuitas de Internet e incluso uno de ellos apareció fugazmente en Facebook, aunque fue retirado poco después por los administradores de esta red social extremadamente popular en Indonesia.

Por su parte, la pareja supuestamente protagonista se niega a hacer declaraciones.
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