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Asistimos a un golpe de Estado global

mc5punk

Bovino maduro
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5 Oct 2011
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El 25 de octubre de 1929, la Bolsa de Nueva York saltaba por los aires provocando la mayor crisis capitalista hasta entonces conocida. Herbert C. Hoover, de ingrato recuerdo, presidía Estados Unidos, que todavía no era la primera potencia mundial. Hoover, hombre hecho a sí mismo según los cánones y métodos de los que triunfan en esa nación individualista y gremial, se negó a elaborar un plan que sirviese para paliar los sufrimientos de millones y millones de norteamericanos que de la noche a la mañana se vieron sin trabajo y sin nada que comer. Providencialista, pensaba que la caridad y la bondad de los buenos yanquis serían más que suficientes para dar un plato de sopa a los miserables y que, en cualquier caso, era la voluntad de Dios, algo que los hombres tenían que aceptar sin rechistar. La crisis se agravó y se extendió a todo el mundo sin que el Sr. Hoover fuese capaz de mover un dedo por su pueblo: Ya volverían las aguas a su cauce aunque entremedias se llevasen por delante la vida de una multitud de inocentes. Al fin y al cabo vivía en una nación que se había formado a tiro limpio siguiendo los ejemplos del Antiguo Testamento y del Código de Hammurabi.

La situación era desesperada cuando en 1932 Franklin Delano Roosevelt ganó las elecciones presidenciales. Después de una grave enfermedad que le tuvo apartado de la política, Roosevelt llegó al poder con un mensaje regenerador que pondría en marcha todas las potencialidades del país para profundizar en la democracia, limar desigualdades y dar trabajo al mayor número posible de personas: “Si la mitad de los norteamericanos –dijo- se tienen que dedicar a enterrar botellas de coca-cola y la otra mitad a desenterrarlas, lo haremos…”. Infraestructuras hidráulicas como las creadas por la Autoridad del Tenesse, autopistas, escuelas, bibliotecas, agencias de desarrollo, subsidios a parados, enfermos y ancianos formaron parte de un proyecto planificado –al que algunos tildaron de socialista- encaminado a sacar al país de una de las coyunturas más graves de su historia. Estados Unidos no desapareció como nación en aquellos años gracias a la acción decidida de unos hombres que vieron en la profundización de la democracia –todavía no existía eso que después se llamó Estado del bienestar- la mejor receta para vencer a la crisis y encontrar el camino del progreso. Las recetas puestas en marcha por Roosevelt no actuaron como una píldora mágica que cura en veinticuatro horas, pero pusieron las bases para crear una sociedad más justa pese a la férrea oposición de los sectores más retardatarios que años más tarde darían al traste con todos sus proyectos, incluido el último: Llevar una política de “buena vecindad” con la URSS, la otra gran potencia que surgió de la derrota nazi.

Evidentemente, sería pueril decir lo contrario a estas alturas, la historia no se repite, pero sí a menudo sus métodos, sobre todo los métodos que utiliza la oligarquía para maximizar beneficios y acaparar todo el poder posible. No sé si esta crisis es más o menos grave que la de 1929, lo que sí sé es que entre los hombres que hoy mandan en el mundo no hay ningún Roosevelt y sí muchos Hoover mediocres dedicados a quemar todos nuestros derechos en la inmensa pira que la oligarquía mundial ha montado contra el sentido común y los logros de siglos. Llevamos cuatro años de crisis, de una crisis que fue propiciada por las prácticas especulativas que permitían las leyes elaboradas ad hoc, la libre circulación de capitales y por la desregulación financiera. Desde la quiebra de Lehman Brothers –uno de cuyos hombres se encarga de la Economía de este país: Luis de Guindos- todo el mundo supo quienes eran los responsables del desastre que se nos venía encima, todos, o casi todos los mecanismos que lo habían permitido. Tras unas primeras reflexiones en voz alta de Sarkozy –es capaz de decir lo que sea con tal de chupar titulares y aparecer a la “altura” de su jefa- sobre la refundación del capitalismo y otras lindezas, los oligarcas unidos de todo el mundo pasaron a la acción: Sí, los bancos, nuestros bancos habían estado en el origen de la crisis, pero así es el juego, pero no nos arrepentimos de nada. Ya que hemos llegado aquí –se dijeron- vamos a conseguir que nadie, absolutamente nadie esté seguro, que el miedo corra de una parte a la otra del mundo en una fracción de segundo. En vez de poner en práctica políticas keynesianas coordinadas y de potenciar el desarrollo a través de comercio justo, haremos todo lo contrario para quitarnos de encima la pesada carga a que nos obliga la democracia desde el final de la II Guerra Mundial.

Dicho y hecho. Al contrario que la clase obrera, dividida en mil estratos, la oligarquía forma un sindicato global sin fisuras que actúa al unísono, al toque de trompeta, aprovechándose de la división de los trabajadores por castas y por naciones. Ante esa perspectiva bien estudiada y la seguridad de que no encontrarían una respuesta global ante sus ataques, decidieron que la mejor forma de eliminar los “costosos” servicios públicos esenciales -cosas tan nimias como la Educación, la Sanidad, el derecho a una prestación por desempleo, a una vejez digna o los límites a las jornada laboral- que les habían sido impuestos contra su voluntad por la Democracia, era asfixiarlos, es decir dejar que el paro aumentase de tal manera que provocase un aumento del déficit que obligase a poner en marcha sucesivos planes de recortes presupuestarios, dentro de una espiral que inevitablemente llevaría a la privatización de todos ellos.

Puede parecer un culebrón, una especie de intriga palaciega llevada al paroxismo, pero a ver de qué modo podemos explicarnos que en cuatro años de crisis no se haya elaborado ni un solo plan de empleo con fondos suficientes como para ser eficaz y acabar así con la dinámica paro-déficit-recortes-paro…, mientras se han entregado cientos de miles de millones de euros públicos a bancos y especuladores de todas las clases, a los que, sin ningún género de dudas, provocaron esta crisis que ha pasado de ser una gran estafa a convertirse en un golpe de Estado global contra la Democracia y los derechos que son consustanciales a ella después de siglos de luchas.

No hay dinero para Sanidad, tampoco para Educación, menos para Dependencias. Ninguno para trabajo, pero en tres meses la UE ha dado un billón de euros a los bancos para que estrangulen la democracia. Ustedes verán, pero esto no es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, esto es la tiranía de una oligarquía dispuesta a convertirnos a todos en esclavos. Son muy pocos, creen tener la sartén por el mango, pero todo depende de nosotros, estamos a tiempo de elegir entre ser ciudadanos dueños de nuestros destinos o súbditos obedientes y sumisos.

Fuente: http://www.telesurtv.net/articulos/asistimos-a-un-golpe-de-estado-global
 
Hay que estar ciego o en el mejor de los casos muy distraídos para no percatarnos de que lo que plantea el titular del tema es cierto. Con unos pretextos acá y otros por allá pero el asunto de la militarización mundial -entendido esto el que los ejércitos patrullen las calles de nuestras ciduades- es algo concreto y factible hoy.
 
Hay que estar ciego o en el mejor de los casos muy distraídos para no percatarnos de que lo que plantea el titular del tema es cierto. Con unos pretextos acá y otros por allá pero el asunto de la militarización mundial -entendido esto el que los ejércitos patrullen las calles de nuestras ciduades- es algo concreto y factible hoy.

Basandose en la creación de enemigos para así proteger la "seguridad e intereses" del pueblo.
 
Siempre ha sido a si y la culpa es del conformismo y comodidad con la que todos nos sentamos y esperamos que nos resuelvan los problemas, es mas que claro, hoy somos mas moldeables, es claro como el consumismo, la moda, y todo eso que realmente no es necesario para vivir nos han vuelto solamente masas de carne hacedoras de dinero, sin embargo el destino del globo sera el mismo para todos tiranos y no ya que todos somos humanos, todos morimos y todos olvidamos, así que un régimen bien organizado también se perderá en el tiempo ya que mientras mas carencias, seremos menos moldeables por que percibiremos lo que realmente importa y tal vez empecemos a decir "ya no estoy dispuesto a mantener a estas sanguijuelas".

Una conspiración global? Tal vez aunque es bastante difícil que se planeara así, mas bien pareciera que todo el esfuerzo que se puso para generar tecnología nueva para ayudarnos nos daño cuando lo corrompimos para volverlo un esfuerzo para lograr la comodidad con cosas superfluas que no nos mejoran como personas, es posible que hoy dadas las circunstancias actuales se pueda ver un tipo de "conspiración", pero lo mas probable es que sea solo el resultado del camino de comodidad que elegimos, aun cuando hoy quizá podria darse tal conspiracion seria solo una parte del proceso evolutivo, creo que es mas preocupante hacia que tipo de evolucion va encaminada la raza humana pero como se ve probablemente lleguemos a una guerra civil global o algo parecido aunque sea en bastantes años mas claro que depende de lo que suceda en el camino.

Quizá el temor de intentar algo nuevo creemos que la "democracia" es la mejor manera de gobernar pero bueno es mentira ya que toda ideología depende de la voluntad de la persona que la lleva a la practica, es decir es un eufemismo, y también hay otra cosa que es una ilusión y eso es el "valor del dinero", un ejemplo seria cierto comercial donde unos "artistas" dicen "si fuera medico o taquero me pagarías" sin embargo la referencia esta mal proporcionada, en primer lugar un medico es mucho mas importante que un cantante en cuanto al tipo de servicio que presta en ese caso el medico debería ganar mas, en segundo lugar un taquero no gana lo mismo que un medico ya ni digamos que un político o artista que hoy en día casi es lo mismo viven del puro drama, y en tercer lugar si yo ganara lo que ganan esos cantantes pues lo mas seguro es que todos seriamos felices, sin embargo bueno pues no soy feliz =(.

Como podemos salir adelante, solo hay un camino y se llama unidad, recuerdan el proverbio "divide y vencerás" pues hoy en día todos los ciudadanos del mundo estamos divididos por ideologías, razas, colores, gustos, modas y la mercadotecnia se encargo de poner barreras que vuelven aun mas difícil la aceptación mutua, pero aun podemos ponernos metas y enfocarnos en ellas, aun podemos decidir, aunque solo saldremos adelante si nos atrevemos a dejar atrás todos esos prejuicios hacia los demás "seres humanos".

Saludos desde "Un mundo feliz" de Aldous Huxley aunque probablemente estemos hiendo hacia "Gattaca" de Dany de Vito
 
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