quoventi
Bovino Milenario
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Se que los japoneses son una sociedad realmente especial y que muchos de los aspectos de su cotidianeidad resultan notablemente ejemplares.
En este momento me viene a la cabeza un caso que como ejemplo queda al dedo.
Por allá del 2006 y 2007 hubo un escándalo en la política interior de Japón que salió a la luz en el contexto de que el partido en el poder perdió la mayoría en el senado. El desenlace de este escándalo comenzó con la dimisión del ministro de Agricultura japonés de aquel entonces Takehido Endo, cuando solo tenía una semana en el cargo bajo la administración de Shinzo Abe, quien era el sucesor del famosísimo y peculiar Junichiro Koizumi, quien seguramente recuerdan por su greña y las corbatas que usaba… y porque vino a México a firmar con Fox un TLC con Japón.
El punto es que el ministro Endo estaba involucrado en un caso de corrupción en el que habían involucrados… 7,000 Euros, algo así como $120,000 pesos mexicanos. Nada que ver con las cifras moustrosas y escandalosas que se desayunan los políticos y los empresarios de élite en este país.
En Japón corrupción es corrupción. No hay matices. Estás o no estás embarazado. Punto.
Y en México todos siguen tranquilos en sus cargos esperando el siguiente salto político. Mis disculpas si hago esta comparación, pero no dejo de pensar que la honradez y la vergüenza de una persona es una cualidad que te dignifica, pero que debe ser un modo de vida, una cotidianeidad. Sin embargo la desvergüenza, el cinismo, la apatía y la criminalidad rigen.
Es curioso que mañana día 06 del 05 se cumplan 700 días de ese 05 del 06. Una coincidencia numeralmente simétrica, que desgraciadamente en la realidad no ha tenido de igual manera justicia simétrica.
No quiero escribir sobre esos chicos, pequeños angelitos que sufrieron horrores indescriptibles durante una de las tragedias que más han calado hondo en los corazones de quienes somos padres e hijos. Seguramente hasta el mismo Caronte habrá querido llevar agua del Estigia para acabar con el sufrimiento de los bebés.
Basta.Sabemos quien los mató. Sabemos que no fue un accidente. Puede ser que no fue premeditado, pero fue negligente. Corrupción, nepotismo, omisión, encubrimiento y contubernio. No es necesario ya, hacer más conjeturas y sofisticaciones absurdas. Sabemos los nombres y lo que hicieron.
Pero ni eso ha sido suficiente para que ningún orden de gobierno haya puesto a un solo responsable frente a la justicia. ¡Ninguno! Parece que todos están muy cómodos haciendo discreto mutis esperando que la culpa se disuelva en el tiempo y que a todos se nos olvide. ¿Se nos olvidará? Se están burlando de nosotros. De eso no cabe duda.
Felipe Calderón tuvo en sus manos el momentum para poner algo de credibilidad en su nombre en su ya desahuciado nombre, sin embargo prefirió decirnos con su silencio que está seguro que todos los mexicanos somos estúpidos, y jugar a la ostra con evasivas y darle la espalda impunemente a los mexicanos, pero sobre todo a nuestros niños. Cuando pudo demostrar que nuestros niños no están desprotegidos, que la justicia es gratuita, pronta y expedita; demostrar que los niños y los bebés son el futuro de México no solo es una frase demagógica desgastada, marketing político barato. Cada niño que no ha tenido justicia es una burla descarada al dolor de esos bebés.
¿Por cuanto tiempo más seguiremos consecuentando a este gobierno?
Ese 5 de junio a todos nos asesinaron a un hijo.
El dolor de cada madre, padre, hermana y hermano que perdieron a un bebé ese día solo nos deja el corazón ardiendo lentamente en las brasas.

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En este momento me viene a la cabeza un caso que como ejemplo queda al dedo.

Por allá del 2006 y 2007 hubo un escándalo en la política interior de Japón que salió a la luz en el contexto de que el partido en el poder perdió la mayoría en el senado. El desenlace de este escándalo comenzó con la dimisión del ministro de Agricultura japonés de aquel entonces Takehido Endo, cuando solo tenía una semana en el cargo bajo la administración de Shinzo Abe, quien era el sucesor del famosísimo y peculiar Junichiro Koizumi, quien seguramente recuerdan por su greña y las corbatas que usaba… y porque vino a México a firmar con Fox un TLC con Japón.

El punto es que el ministro Endo estaba involucrado en un caso de corrupción en el que habían involucrados… 7,000 Euros, algo así como $120,000 pesos mexicanos. Nada que ver con las cifras moustrosas y escandalosas que se desayunan los políticos y los empresarios de élite en este país.
En Japón corrupción es corrupción. No hay matices. Estás o no estás embarazado. Punto.
Y en México todos siguen tranquilos en sus cargos esperando el siguiente salto político. Mis disculpas si hago esta comparación, pero no dejo de pensar que la honradez y la vergüenza de una persona es una cualidad que te dignifica, pero que debe ser un modo de vida, una cotidianeidad. Sin embargo la desvergüenza, el cinismo, la apatía y la criminalidad rigen.
Es curioso que mañana día 06 del 05 se cumplan 700 días de ese 05 del 06. Una coincidencia numeralmente simétrica, que desgraciadamente en la realidad no ha tenido de igual manera justicia simétrica.
No quiero escribir sobre esos chicos, pequeños angelitos que sufrieron horrores indescriptibles durante una de las tragedias que más han calado hondo en los corazones de quienes somos padres e hijos. Seguramente hasta el mismo Caronte habrá querido llevar agua del Estigia para acabar con el sufrimiento de los bebés.
Basta.Sabemos quien los mató. Sabemos que no fue un accidente. Puede ser que no fue premeditado, pero fue negligente. Corrupción, nepotismo, omisión, encubrimiento y contubernio. No es necesario ya, hacer más conjeturas y sofisticaciones absurdas. Sabemos los nombres y lo que hicieron.
Pero ni eso ha sido suficiente para que ningún orden de gobierno haya puesto a un solo responsable frente a la justicia. ¡Ninguno! Parece que todos están muy cómodos haciendo discreto mutis esperando que la culpa se disuelva en el tiempo y que a todos se nos olvide. ¿Se nos olvidará? Se están burlando de nosotros. De eso no cabe duda.
Felipe Calderón tuvo en sus manos el momentum para poner algo de credibilidad en su nombre en su ya desahuciado nombre, sin embargo prefirió decirnos con su silencio que está seguro que todos los mexicanos somos estúpidos, y jugar a la ostra con evasivas y darle la espalda impunemente a los mexicanos, pero sobre todo a nuestros niños. Cuando pudo demostrar que nuestros niños no están desprotegidos, que la justicia es gratuita, pronta y expedita; demostrar que los niños y los bebés son el futuro de México no solo es una frase demagógica desgastada, marketing político barato. Cada niño que no ha tenido justicia es una burla descarada al dolor de esos bebés.
¿Por cuanto tiempo más seguiremos consecuentando a este gobierno?
Ese 5 de junio a todos nos asesinaron a un hijo.
El dolor de cada madre, padre, hermana y hermano que perdieron a un bebé ese día solo nos deja el corazón ardiendo lentamente en las brasas.

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