Un joven, visiblemente amargado, me decía: “Yo no creo en Dios, porque si Él existiera no habrían injusticias en el mundo. ¿Cómo puedo creer en un Dios bueno, si en el mundo existe tanta maldad? ¿Cómo puedo creer en un Dios de amor si existe tanto odio?... Si Dios es justo y bueno debería...