Comenzare diciendo que me encantan las morras. No pido mucho solo que presten pa’ la orquesta las jainas y que me dejen verle los chochitos, tetas, culitos. ¿Acaso es eso mucho pedir? Mi compa y yo nos ligamos una morra en el bus. La morra andaba quesua y guayo conmigo hasta que se sacio dando...