Primero, no sabemos qué le ha pasado, segundo, nadie merece que le pasen cosas malas, ni siquiera la gente mala(ojo, eso no significa que no deban pagar el mal que hacen). Tercero, estamos en el país más peligroso para los periodistas, más que Irak o Afganistán. Cuarto, tú estás aquí como un...