Estaba la mujer en su Penhouse, en el piso 30, echandose tremendo y soberbio palo, con su amante en turno, aprovechando la ausencia de su marido, que salia de viaje de negocios y regresaba despues de varios dias, cuando escucho la voz de este que a gritos la llamaba.
-Ursula¡¡¡, me cancelaron...